La Asociación de Psicología y Psicoterapia Feminista (APPF)

Está formada por profesionales feministas de todas las especialidades de la psicología, la psiquiatría y la psicoterapia.

Durante años hemos profundizado en cómo una organización social desigual, que ubica a las mujeres en posiciones de subordinación y a los hombres en posiciones de dominación, influye en la conformación de nuestro mundo interno, de nuestras identidades y en los efectos que esto tiene en el ser y en el vivir.

La ciencia no ha sido ajena al orden patriarcal y la teoría y la práctica psicológicas se han desarrollado partiendo de postulados sexistas y androcéntricos, incurriendo durante años en la imposición de preceptos parciales tomados como dogmas sobre la totalidad.

En consecuencia, además de invisibilizar la contribución de las mujeres a la psicología, este ámbito de conocimiento ha ignorado la experiencia y el saber acumulado de la mayoría de la población a quien dirige sus intervenciones.

Consideramos que una intervención profesional que no incorpore la perspectiva feminista, no solo se arriesga a ser ineficaz, sino que puede llegar a ser lesiva o iatrogénica.

La Teoría Feminista

La teoría feminista nos ha aportado claves de análisis y comprensión imprescindibles para entender los comportamientos, sentimientos y sufrimientos de las mujeres.

La base ideológica de la APPF se sustenta en los siguientes principios:

La psicología que mayoritariamente nos ha sido transmitida está atravesada por la concepción desigual y ponderada del sistema patriarcal. Donde las posiciones pre asignadas a hombres y mujeres de dominación/subordinación han determinado la generación de teoría psíquica y han marcado la construcción diferencial de las subjetividades.

Con el fin último de subvertirlo en la teoría y en la práctica, desenmascarando las consecuencias nocivas de la alianza entre patriarcado y capitalismo.

La psicología feminista dota de un enfoque crítico, integral e inclusivo a conceptos tan nucleares en nuestras profesiones como lo son el de salud y bienestar. Concepciones ambas que, desde la tradición androcéntrica dominante, han desatendido la vida de mujeres, niñas, niños y colectivos socialmente vulnerabilizados, desoyendo las consecuencias que la subordinación y vulneración de sus derechos tiene para la salud y el bienestar de las personas.

La psicología feminista se asienta en el marco ético de Derechos Humanos; nos basamos en principios de verdad, justicia, solidaridad, equidad y reparación. El enfoque del conocimiento situado nos alerta además de la necesidad de hacer explícito el lugar desde el que se miran la realidad y su contexto.

La psicología feminista entiende el cuerpo como uno de los principales depositarios de los mandatos patriarcales y, en consecuencia, los patrones relacionales que de forma más directa comprometen el cuerpo, fundamentalmente la sexualidad, se convierten en uno de los pilares del sistema patriarcal.

La psicología que fomentamos se asienta en establecer relaciones de equidad responsable en los espacios de intervención, respetando los saberes y las experiencias de cada persona en las interrelaciones.

Esa es nuestra visión “un mundo respetuoso con la vida” que valore su sostenibilidad, los cuidados y el buen trato. Y en el que la psicología y la psicoterapia puedan contribuir a hacerlo más habitable, menos hostil, con mayor justicia social y libre de violencias; donde se haya deconstruido la sexualidad patriarcal.

Tenemos la misión de contribuir al desarrollo y difusión de modelos psicológicos y de intervención feministas, mediante la construcción colectiva de conocimiento y la deconstrucción de los sesgos sexistas en las prácticas profesionales.

Entendemos imprescindible desarticular las narrativas hegemónicas para dar cabida a la escucha de toda experiencia, y a partir de ello, favorecer la adaptación activa de cada individualidad, especialmente de las mujeres y las niñas como foco privilegiado de la misoginia patriarcal; aspirando a metodologías inclusivas capaces de ampliar las oportunidades relacionales funcionales y satisfactorias a toda la diversidad de subjetividades.

Ideario aprobado en Asamblea en diciembre de 2020

Puedes acceder al ideario completo desde aquí

Desde la Asociación de Psicología y Psicoterapia Feminista trabajamos en las siguientes líneas estratégicas:

Partiendo del reconocimiento de la genealogía de autoras invisibilizadas, y especialmente de todas aquéllas que han contribuido al desarrollo de enfoques feministas en la psicología y la psicoterapia, trabajamos colectivamente en el estudio, revisión, creación y sistematización de modelos teórico prácticos que adecúen las acciones e intervenciones de nuestro ámbito, a las principales aportaciones de la teoría.

Nos planteamos así nuevas miradas sobre los procesos de salud/enfermedad, la construcción del mundo interno, los cuerpos, la sexualidad y el funcionamiento intrapsíquico, intersubjetivo, social y simbólico; impulsando nuevos paradigmas de análisis y de intervención psicológica y psicoterapéutica.

Coherentes con nuestros principios, nos ocupamos de permanecer vigilantes a los acontecimientos sociales que perpetúen los mandatos patriarcales -misoginia, sexismo y androcentrismo-, denunciado e impugnando, con argumentos científicos, toda forma de práctica lesiva que refuerce desigualdad y discriminación criminal al servicio de mantener la impunidad y el privilegio de los grupos dominantes.

Promovemos la divulgación del enfoque psicológico con perspectiva feminista, para contribuir a la transformación del imaginario colectivo. Perseguimos con acciones directas de diálogo y confrontación documental la invisibilidad de las mujeres en la ciencia y el conocimiento.

También nos sumamos a movimientos afines y establecemos alianzas con otras asociaciones, con el fin de fortalecer las causas feministas y aportar modelos psicológicos explicativos que interpelen las normatividades patriarcales.

La APPF se constituye en un espacio de apoyo mutuo y acompañamiento de la práctica feminista de sus socias y socios. Buscamos un modelo asociativo profesional que subvierta las tradiciones jerarquizadas y logre la eficacia valorando el autocuidado y el sostenimiento emocional, la formación continuada y la escucha. Compartimos saberes y prácticas al amparo del conocimiento del psiquismo y de la teoría feminista, ejes centrales de nuestro proyecto asociativo.

La APPF es una organización estatal sin ánimo de lucro, formada por profesionales que desarrollan su labor en el ámbito público y en el privado. Como otras profesiones feminizadas, constatamos la devaluación de la profesión de la psicología y reivindicamos derechos laborales y retributivos acordes al rango formativo de su especialización.

Posicionamientos de APPF en temas clave:

Desde nuestros principios, coherentes con nuestra visión y misión, hemos adoptado los siguientes posicionamientos en temas clave tanto de la psicología y de la psicoterapia, como de los retos feministas globales.

Nuestra posición es clara respecto a la abolición del sistema prostitucional. Partimos de una ética incompatible con la comercialización de cuerpos humanos como si de objetos de consumo se tratase. Una sociedad que se llame igualitaria y democrática no puede actuar en connivencia con la explotación de la pobreza, o enriquecerse a costa de la falta de oportunidades dignas para una parte de su ciudadanía.

Entendemos que la industria prostitucional obtiene sus ingentes beneficios económicos promoviendo la fantasía patriarcal de dominación supremacista sobre las mujeres y las niñas. Sexualizar cuerpos cosificados y despersonalizados, forma parte de la estrategia de camuflar prácticas de tortura y dominación. Lo que se compra en la industria prostitucional no es la dimensión humana de la sexualidad, sino la fantasía masculina de poder y valía, a la que acceden los prostituidores en masa buscando compensación e impunidad para sus delitos.

La industria de la pornografía es la escuela que educa en la sexualidad patriarcal; necesaria, tanto para perpetuar la masculinidad hegemónica que enriquece a la industria proxeneta, como para neutralizar a las nuevas masculinidades que intentan abrirse paso. La feminidad patriarcal responde a meros cuerpos hipersexualizados susceptibles de ser comercializados.

La psicología y la psicoterapia son testigos directos de los estragos que el comercio prostitucional y pornográfico está causando en la integridad psicológica de mujeres, niñas, niños y otras personas atrapadas en estos patrones relacionales de dominio/sometimiento. La prostitución no es sexualidad. La sexualidad saludable requiere de relaciones subjetivizadas, afectivas y de buen trato, mucho menos propensas a ser mercantilizadas y contrarias a las prácticas patriarcales capitalistas.

Crecer en un entorno connivente con el sistema prostitucional no sólo educa a niños y niñas en la desigualdad, sino que compromete toda su construcción identitaria desde parámetros psicológicos de privilegios/subordinación.

Subscribimos plenamente la declaración del Parlamento Europeo, en el apartado número 15 de la resolución del 17 de diciembre de 2015, sobre el Informe Anual de Derechos Humanos y Democracia en el mundo, escrita en los siguientes términos: ‘La gestación por sustitución es contraria a la dignidad humana de la mujer, ya que su cuerpo y sus funciones reproductivas se utilizan como una materia prima’.

Entendemos que los diversos eufemismos utilizados para nombrar este nuevo nicho de mercado, en las economías capitalistas liberales, vienen a encubrir prácticas de explotación reproductiva de mujeres jóvenes y adolescentes; es una forma más de violencia obstétrica; una nueva manipulación patriarcal de ‘la maternidad’ como Institución y una perversión de la maternidad como experiencia.

Todo ello además de una compraventa criminal de bebés humanos.

En este mercadeo se desoyen las repercusiones psicológicas de las mujeres gestantes y de las criaturas.

La Ley Orgánica 8/2021 de 4 de junio, de protección integral a la infancia y la adolescencia frente a la violencia incluye dentro del derecho de las víctimas a ser escuchadas en su artículo 11.3. “Los poderes públicos tomarán las medidas necesarias para impedir que planteamientos teóricos o criterios sin aval científico que presuman interferencia o manipulación adulta, como el llamado síndrome de alienación parental, puedan ser tomados en consideración.”

En cuanto a las medidas de prevención en el ámbito familiar esta misma ley orgánica incluye el desarrollo del rol parental adecuado y programas y planes de las administraciones públicas, y enfoca dichas medidas aclarando respecto al “buen trato, la corresponsabilidad y el ejercicio de la parentalidad positiva”, en su artículo 26.3. “En ningún caso las actuaciones para promover la parentalidad positiva deben ser utilizadas con otros objetivos en caso de conflicto entre progenitores, separaciones o divorcios, ni para la imposición de la custodia compartida no acordada. Tampoco debe ser relacionada con situaciones sin aval científico como el síndrome de alienación parental.

Organizaciones profesionales venimos desmintiendo la existencia del supuesto síndrome llamado alienación parental, difundido fuera de los entornos de la ciencia y que atribuiría un poder amplificado y maléfico a las madres, capaces de interferir, impedir o hasta revertir un supuesto buen vínculo de sus hijos con sus progenitores varones, llegando a negar la evidencia de que es la violencia, la negligencia y el desapego lo que destruye e imposibilita los vínculos afectivos. La psicología infantojuvenil se ha pronunciado reiteradamente desmintiendo este supuesto síndrome, apoyándose en teorías sobradamente contrastadas como lo son la teoría evolutiva y la del apego infantil.

Entre las organizaciones que demostraron la invención acientífica y tendenciosa de este supuesto síndrome estarían: su propio impulsor, quien años después de 1985 en que lo divulgó, reconoció su falsedad; la APA (Asociación de Psicología Americana); AMA (Asociación Médica Americana); y en nuestro país la AEN (Asociación Española de Neuropsiquiatría).

En el ámbito jurídico español, el CGPJ (Consejo General del Poder Judicial) ha desaconsejado su uso y utilización en la justicia, entendiéndolo como un modo encubierto de revertir la custodia a favor de quien es denunciado.

El sSAP y su tratamiento propuesto (Terapia de la amenaza), así como todas sus derivadas encubiertas: interferencia parental, coordinación parental, etc., es un constructo de corte misógino y patriarcal, que ha sido ofrecido a la justicia como argumento disponible para imputar o castigar a las mujeres madres que denuncian violencias machistas en general y abuso sexual contra sus hijas/os en especial. La dificultad de la prueba en estos delitos la aprovechan ciertos sectores para introducir síndromes falsos que refuercen los estereotipos sexistas.

La coordinación de parentalidad se está utilizando para reintroducir, sin nombrarlo, el sSAP en nuestro sistema judicial. Por ello, consideramos que, no solo no es necesario como herramienta jurídica, sino que es perjudicial en la medida que no es una práctica de profesionales de psicología con especialización en violencia de género y en psicología evolutiva.

(i): Ver Informes: Segundo informe de coordinación de parentalidad. Perspectiva feminista jurídica y psicológica”. Marzo, 2021. 

Como profesionales de la psicología y la psicoterapia, tanto en especialidades de infantil como de personas adultas, nos pronunciamos totalmente en contra de hacer atribuciones de custodia compartida, con criterios generalistas o de preferencia, en los casos en que no hay acuerdo entre las partes y en los casos de violencia de género.

Consideramos imprescindible la escucha psicológica de los y las menores, así como la formación especializada de los equipos acreditados por nuestro sistema judicial. La psicología infantojuvenil aporta herramientas y criterios de acreditación y comprensión del testimonio de menores, imprescindibles para detectar situaciones de indefensión, control y maltrato, que explicarían los contextos en los que no hay acuerdo entre sus progenitores. Consideramos igualmente imprescindible la especialización de estos equipos en perspectiva de género para hacer intervenciones libres de prejuicios misóginos y sesgos androcéntricos. 

La Ley Orgánica 8/2021 de 4 de junio, de protección integral a la infancia y la adolescencia frente a la violencia, en cuanto a las medidas de prevención en el ámbito familiar, incluye el desarrollo del rol parental adecuado y programas y planes de las administraciones públicas, y enfoca dichas medidas aclarando respecto al “buen trato, la corresponsabilidad y el ejercicio de la parentalidad positiva”, en su artículo 26.3. “En ningún caso las actuaciones para promover la parentalidad positiva deben ser utilizadas con otros objetivos en caso de conflicto entre progenitores, separaciones o divorcios, ni para la imposición de la custodia compartida no acordada. Tampoco debe ser relacionada con situaciones sin aval científico como el síndrome de alienación parental.

¿Quieres formar parte de la Asociación de Psicología y Psicoterapia Feminista?

Puedes formar parte de la APPF si eres profesional de la psicología, de la psiquiatría o de la psicoterapia y tienes interés en el desarrollo de los fines de la asociación, compartes la perspectiva de género y la conciencia de feminismo.

Así como aquellas personas que se sientan identificadas con los valores que promueve esta asociación.

Tipos de asociadas y asociados

Si eres profesional de la psicología, de la psiquiatría o de la psicoterapia y tienes interés en el desarrollo de los fines de la asociación, compartes la perspectiva de género y la conciencia de feminismo puedes formar parte.

También si tienes interés en apoyar a la asociación puedes hacerlo, como simpatizante y estudiante. Beneficiándote de recibir nuestras comunicaciones, información sobre nuestras actividades y/o acceso a talleres.

Para ello, tendrás que rellenar el cuestionario qué encontrarás en los botones a continuación. Y tras la aprobación de la junta directiva se te mandará la información necesaria para activar tu participación.

Selecciona la forma de asociarte que más se adapte a ti.

Quien forma parte de la Junta Directiva

Actualmente la Junta Directiva de la APPF se encuentra compuesta por:

Concha López Casares

Presidencia

Psicóloga especialista en psicología clínica. Experta en violencia de género, trauma interpersonal e intervención grupal y comunitaria.

Chelo Álvarez Sanchís

Vocalía

Psicoterapeuta especializada en violencia de género, abuso sexual infantil (ASI) y abusos sexuales. Educadora Social. Agente de Igualdad. Máster en RSC (DDHH y mujeres); en Terapia familiar Sistémica. Presidenta de Alanna y de la Federación de Asociaciones de Mujeres y Menores Resilientes de la violencia de género.

Ángeles Hernández Pachón

Vicepresidencia

Psicología de la salud, igualdad, perspectiva de género y feminismo. Psicoterapeuta, Red de atención a mujeres víctimas de violencia de género de Extremadura.

Belén Nogueiras

Secretaría

Psicóloga clínica. Doctora en Estudios Feministas y de Género. Docente en el ámbito de la promoción y atención a la salud de las mujeres y en violencia de género.

Fanny Sánchez Juan

Tesorería

Psicóloga especialista en psicología clínica. Máster en EMDR. Experta en Medicina Psicosomática y de la salud; en Psicoterapia breve con infancia y adolescencia; en Género y Desarrollo; en Psicología Jurídica.

Clara Jiménez Santos

Vocalía

Psicóloga General Sanitaria. Máster de Especialización en Psicología Clínica; en Psicología de la Salud. Experta en violencia de género.

Ana Loredo García

Vocalía

Psicóloga. Máster en Educación, Género e Igualdad. Especialización en Intervención Familiar. Agente de Igualdad.

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